Sunday, September 13, 2009




THE READER.

El lector.

Bernhard Schlink
Compactos Anagrama.




Para los que seguís este blog desde hace ya unos años, seguro que sabéis que el holocausto, sus antecedentes históricos, sus consecuencias posteriores, así como las vivencias de los prisioneros de los campos de concentración, guettos, etc, ha sido un tema muy tratado en este blog, al haber comentado novelas que han sabido reflejar este capítulo de la historia muy bien por diferentes autores, Stayron, Victor Frankl, etc.
Leí esta novela hace ya unos meses y creo que es una historia que merece la pena recomendar y comentar por varios aspectos, uno de ellos es que EL LECTOR, no se centra de lleno en el propio holocausto, si no más bien en las consecuencias posteriores, sociales, grupales e individuales de la sociedad alemana contemporánea. Es este un planteamiento a mi parecer muy interesante y ahí precisamente reside el acierto de SCHLINK a la hora de abordar el tema y de suscitar no pocas preguntas en el lector que lee la novela. Preguntas acerca de la convivencia posterior de victimas y verdugos o de la inevitable coexistencia de las personas que fueron sometidas, deportadas, humilladas y el resto de la sociedad alemana que cuando acabó todo prefirió mirar hacia otro lado.
Este sin lugar a dudas y bajo mi opinión es uno de los aciertos de esta novela, la visión que da de la propia sociedad alemana pasada la segunda guerra mundial y el régimen nefasto nazi.

La novela se estructura en tres partes claramente diferenciadas, no sabría decir cual de las tres me parece más interesante, aunque claramente la primera de ellas en donde se nos comienza a relatar la historia es la más conmovedora, además de ser la parte en donde se sembrará el germen que psicológicamente iremos viendo en la actitud y en la propia vida del personaje principal.

La novela está contada en primera persona, desde el principio hasta el final, Michael Berg es un joven estudiante de secundaria, un día se pone enfermo por la calle y conoce a Hanna Smith, esta lo ayuda, lo asea después de haber vomitado el y lo acompaña a su casa.
Una vez reestablecido el joven Michael vuelve a casa de Hanna para darle las gracias. Ella es una mujer bella, recia, pulcra, oliendo a desinfectante…aunque fría y distante.
Así es como comenzará una relación-ritual entre los dos, una relación desequilibrada en cuanto a la implicación emocional de sus protagonistas.
En mi opinión hay factores muy interesantes en esta primera parte, en cuanto al carácter férreo, casi marcial de Hanna y el ofrecimiento de juventud, la condescendencia del pupilo y la ilusión y entrega del amante adolescente que descubre los secretos de la sexualidad por medio de una mujer madura.
Es por esto por lo que poco a poco se crea una extraña relación entre los dos en la que Hanna ejerce un velado papel de objeto amado y a la vez dominante sobre Michael.
A la vez que en cada uno de sus encuentros Hanna le pide que le lea, siempre que le lea, historias, novelas, cuentos, así es como Hanna comenzará a conocer a los clásicos, y a sentir pasión por ellos.
Mientras Michael va sucumbiendo a esas tardes después del colegio, de lecturas sobre la cama desnudos, después de hacer el amor, mientras sus amigos, los chicos y chicos de su edad salen y se divierten.
En la segunda parte se nos muestra a un joven Michael Berg, que pasados los años está en la universidad acabando la carrera de derecho. A pesar de haber acabado los años, el protagonista no ha conseguido olvidar aquel amor de juventud, aquel amor frío y férreo, aquel cuerpo de piel blanca y firme y de anchas caderas, aquel amor casi maternal, pero a la vez cálido y voluptuoso.
Aquí es cuando vemos realmente al futuro protagonista de la novela. Un hombre marcado, un hombre que ya nunca se podrá desprender de aquella relación, de las lecturas en aquellas tardes de aquel verano extrañamente húmedo y misterioso.
Michael asiste como jurado a unos juicios de a unas antiguas carceleras nazis, allí es donde sorpresivamente volverá a ver a Hanna y no solo Michael, es el propio autor el que nos pone en una duda arbitraria al volvernos a presentar esta vez a Hanna en el banquillo de los acusados.
La Hanna fría y autoritaria, la que parecía utilizar al adolescente de un modo maternal y egoísta a la vez, la misma que se entregaba con una pasión desbocada.
La misma que ahora está acusada de haber causado la muerte de cientos de personas, junto con otras carceleras en los campos de concentración nazis.
A partir de aquí se nos relata el propio proceso al que asiste Michael junto con otros estudiantes, así como la propia visión de la sociedad alemana sobre estos procesos posteriores. La actitud social del pueblo estuvo muy ligada a la omisión de los hechos, así como al propio olvido, por lo que se nos muestra muy bien en la novela que la propia sociedad condenó al olvido a muchas victimas y las obligó a convivir y crear conciencia social junto con los propios encubridores de los hechos que los llevaron a su desgracia.
En el juicio Hanna será declarada culpable de los cargos que se la imputan y de otros que no ha cometido, Michael se da cuenta de ello, de que realmente a Hanna la están acusando de cosas que no son posibles por que ella está escondiendo algo. Algo que siempre ha sido su secreto y que el sabe.
Esta parte también es muy interesante porque Michael se encuentra en una encrucijada, el tiene la prueba de que ella no pudo haber firmado ni cometido de lo cual la acusan, ¿Pero está en su derecho realmente, el desvelar aquel secreto que no le pertenece?, Un secreto, que ni ella misma quiere desvelar para salvarse.
El resto y la tercera parte nos presenta a un Michael maduro, con una hija y un matrimonio fracasado y que nunca ha dejado de pensar en Hanna, en esta parte se vuelve a establecer otro tipo de relación entre ellos, una relación que nunca será física por encontrarse ella en la cárcel.
No quiero desvelar esta última parte ya que es uno de los pilares de la historia. El lector es una novela muy original, por el planteamiento de ella misma y por la relación que establecen sus personajes. Es del tipo de novelas que uno espera que pasen un par de años para volverla a leer y ver si algo ha cambiado….

Un saludo.

6 comments:

Unknown said...

Gracias por tus recomendaciones. Que conste que autores de los que sueles nombrar pasan por mis manos y por mis ojos lectores.
Saludos

Esther

Sara Fedrika said...

He leído la novela este verano. Me encantó. Como no había visto la película leí el libro sin esperar nada y me llevé una grata sorpresa. Me fascinó el personaje de Hanna, me dió mucha pena cuando él va a verla a la carcel. Me sorpendió también cuando él descubre algo de ella con lo que no contaba que le hace replantearse toda su relación, lo que le da las claves para entender el comportamiento de Hanna. No quiero desvelar nada por eso hablo a medias.
Estoy de acuerdo con tu crítica, este esta es una novela imprescindible, si no lo has dicho tú lo digo yo, ja,ja,ja....

La Solateras said...

No conocía el libro, pero la peli me pareció magnífica y, por lo que cuentas, muy fiel a la novela y con buenísimas interpretaciones.

La leeré.

Elena said...

Una reseña estupenda, Luis. Desde que vi la película (espléndida, una auténtica obra de arte), tengo ganas de leer la novela, que me han recomendado por activa y por pasiva. Has vuelto a ponerme los dientes largos.

Un abrazo

Carmen Santos said...

Es una excelente novela, de las que merecen una relecturas o incluso varias . ¡Muy buena la reseña!
Saludos

columna said...

Queda anotado para cuando pase por la librería.
Besos, monstruo.